CUCID: Adquirir destrezas y valores con un voluntariado internacional

Sara Rebollo es Licenciada en Traducción e Interpretación por la ULPGC y posee un Máster de Experto en Coordinación de proyectos de Cooperación para el Desarrollo por la Universidad de Alcalá de Henares y otro en Negocios Internacionales con Proexca-ULPGC. Actualmente es Coordinadora de Proyectos de CUCID; el Centro Universitario de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Hoy nos cuenta en qué consiste esta iniciativa y qué aporta a los jóvenes que deciden participar en un proyecto internacional.

Creado en el seno de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y gestionado desde el Vicerrectorado de Internacionalización y Cooperación, el CUCID nació en 2006 para el fomento, apoyo y ejecución de acciones de cooperación y solidaridad en la ULPGC. A lo largo de los años se ha consolidado como agente activo en la Cooperación Internacional para el Desarrollo. Nuestro ámbito de trabajo engloba diversos países de África, Asia y de América Latina.

Estamos convencidos de que mejorar conjuntamente las instituciones de educación superior constituye un factor clave para el desarrollo de las sociedades a las que pertenecen y forman. Por ello, como Centro Universitario, colaboramos y trabajamos conjuntamente con otras universidades y entidades de educación superior de diferentes países socios. Creemos que la mejora conjunta de las instituciones de educación superior es una clave para lograr un desarrollo sostenible de las sociedades en las cuales se enmarcan estas instituciones. Actualmente, las actividades del CUCID se centran en las siguientes áreas:

  • Proyectos de investigación aplicada a la cooperación
  • Proyectos de refuerzo institucional
  • Voluntariado
  • Formación y educación en cooperación
  • Proyectos de investigación aplicada a la cooperación

En estos diez años, el CUCID, gracias a los proyectos nacionales, regionales e internacionales en los que ha participado, ha gestionado unos 35 millones de euros a través de unos 162 proyectos en más de 37 países y con más de 100 universidades.

Más de 192 estudiantes de la ULPGC han disfrutado de las becas de voluntariado. La ULPGC es una institución comprometida con la formación de personas competentes, cultas, responsables y solidarias. Con esta finalidad, a través del CUCID, la ULPGC, con fondos propios, promueve acciones de voluntariado internacional a través de distintos programas abiertos a todos los estudiantes o a los recién titulados de la ULPGC que deseen realizar estancias en diferentes países de entre 1 y 6 meses para conocer la vida, cultura y realidad de los países a los que se desplazan y además intentar intercambiar conocimientos y experiencias.

Esta experiencia permite que los participantes adquieran valores como la humildad, ya que tendemos a presuponer qué necesita el país al que vamos y la comunidad donde vamos a vivir como cooperantes o voluntarios, hasta que al final ellos mismos nos hacen entender que tenemos que escucharles para poder saber qué necesitan.

Una experiencia de voluntariado hace madurar a una persona, hace que se cuestione cosas que nunca antes en su zona de confort se había podido plantear. Un voluntariado, mientras más largo y mejor organizado esté, más productivo para la persona y para la comunidad local será.

Otras habilidades que se pueden adquirir en un voluntariado son la capacidad de trabajar en grupo, en entornos multiculturales, de aprender a comunicarnos en otra lengua o de un modo diferente, resolución de conflictos, etc. Y todas ellas son, sin lugar a duda, aplicables a cualquier puesto de trabajo que podamos encontrar hoy en día.

Una experiencia así engloba muchas cosas y eso, la mayoría de empresarios lo sabe. Tan solo el hecho de haber tenido la iniciativa de realizar un proyecto de voluntariado, haberlo ejecutado y poder mostrar con hechos e imágenes el trabajo realizado y los resultados obtenidos, aporta mucho valor a la persona. Hoy en día, la educación formal no lo es todo. Las empresas buscan a personas proactivas, motivadas, con ganas de hacer, cambiar y mejorar.

Sin dudarlo un segundo, recomiendo encarecidamente la participación en este tipo de voluntariado. No importa el país al que se vaya, siempre será una buena elección/decisión la de ir a cooperar a un país que lo necesita. Puede resultar paradójico, pero al final del voluntariado, quien recibe más es el voluntario. A mí me cambió la vida y gracias a aquella primera experiencia como voluntaria en Benín estoy donde estoy y soy quien soy.